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Premian la innovación y sensibilidad social de futuros arquitectos
- La Universidad de Monterrey recibió a los cinco finalistas del Premio Alberto J. Pani 2025, quienes diseñaron un proyecto de Centro Deportivo Inclusivo para Powerchair Football, destacando la inclusión y la accesibilidad
La Universidad de Monterrey fue sede de la etapa final del 41.° Premio a la Composición Arquitectónica Alberto J. Pani 2025, uno de los certámenes estudiantiles más prestigiosos del país y organizado por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de México (UNAM), en la que participaron cinco finalistas.
La ceremonia de premiación, celebrada el 31 de octubre en la Sala Polivalente del Centro Roberto Garza Sada de Arte, Arquitectura y Diseño, reconoció a Valeria Márquez Castro, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey campus Querétaro, como ganadora de esta edición, y a Cristiane Esper Abud, de la Universidad Iberoamericana campus Puebla, con la Mención Honorífica.
El certamen, que se desarrolló del 13 al 31 de octubre en el CRGS, convocó a estudiantes de arquitectura de instituciones afiliadas a la Asociación de Instituciones de Enseñanza de la Arquitectura de la República Mexicana (ASINEA), con el objetivo de fomentar la excelencia académica, la confrontación de ideas y el compromiso social en el diseño arquitectónico.
Durante esta etapa, los finalistas trabajaron en el diseño de un Centro Deportivo Inclusivo para Powerchair Football, pensado para personas con discapacidad muscular severa, un proyecto que busca vincular la arquitectura con la inclusión y la accesibilidad universal.
En su intervención, Marta Mariscal López, decana de la Escuela de Arquitectura de la UDEM, señaló que recibir a los cinco finalistas de distintas universidades del país “ha sido una experiencia extraordinaria: durante estas tres semanas, nuestro campus se convirtió en su casa, un espacio de trabajo, reflexión y creación”.
La decana subrayó los retos y satisfacciones que implicó organizar esta etapa del certamen: “Fue un trabajo lleno de desafíos, pero hoy nos quedamos con un profundo sentimiento de orgullo y gratitud. Las puertas de la Escuela de Arquitectura y del Centro Roberto Garza Sada de Arte, Arquitectura y Diseño siempre estarán abiertas para impulsar la creatividad, la excelencia y la colaboración”.
Por su parte, el arquitecto Juan K. López, representante de la familia Pani, recordó los orígenes del premio y el legado de Alberto J. Pani, destacando su visión humanista y su defensa de la justicia social.
Una ciudad sin arquitectura es muda, y una arquitectura sin ciudad es simplemente ciega”, señaló.
El jurado evaluó los proyectos considerando integración urbano-ambiental, sostenibilidad, calidad arquitectónica, accesibilidad y viabilidad funcional, destacando el alto nivel académico y la sensibilidad social de las propuestas.
Instituido en 1947, el Premio Alberto J. Pani se ha consolidado como un espacio de formación, reflexión y proyección profesional, fortaleciendo el talento de las nuevas generaciones de arquitectos en México y promoviendo el diseño con un enfoque socialmente responsable.


